miércoles, 21 de octubre de 2015



La transformación digital como modo de vida


Ane Roldán Muñoz

Al igual que las diversas redacciones de los medios de comunicación han sido objeto de transformación, la convergencia de las distintas redacciones (prensa escrita, radio, televisión), las TICs están dirigiendo la transformación digital de los negocios. Los modelos de negocio y su conceptuación están cambiando. Y lo cierto es que la realidad comunicativa nos muestra al cliente como eje de todo proceso comunicativo. No importa tanto el producto, sino el cliente. Por lo tanto, partiendo de tal afirmación, las organizaciones han cambiado su carácter adecuándolo a las necesidades e inquietudes de su público.  La mayoría de las organizaciones están lanzando procesos de transformación digital con un mismo fin: llegar de la forma más directa y fructífera posible a sus clientes. Para ello, han aumentado la presencia de éstos en sus redes sociales apostando por la interactividad mediante los múltiples canales.

Lo cierto es que toda esta transformación está guiada por la tecnología y la implantación de la misma en los campos de la información y comunicación. Estas nuevas herramientas facilitan la obtención de los objetivos comunicacionales de las organizaciones, creando una nueva realidad. Sin olvidar que las TICs sitúan al usuario/ consumidor en el eje de todo este proceso, también refuerzan los contenidos mediante distintas acciones como la gestión y fragmentación de la información. La Red permite al usuario consultar una cantidad ilimitada de información por lo tanto, las TICs ayudan a las organizaciones a cubrir las necesidades específicas de su público. Asimismo, los diferentes servicios que pueda un grupo empresarial tener, pueden estar personificados y dirigidos a dar una respuesta rápida, clara y precisa a todo cliente que la requiera.

Pero si la Red permite el seguimiento inmediato y al minuto de la actualidad informativa, las organizaciones también tienen que filtrar con criterio y valor todas aquellas informaciones que puedan afectar a la institución o marca y que de forma directa también afectan al cliente. La implantación de las nuevas tecnologías de la información y comunicación facilitan también una interactividad inmediata, feedback, y más dinámica. No hay que olvidar que todas estas tecnologías deben estar medidas y programadas, ser parte de un plan estratégico de comunicación. Las diferentes organizaciones tienen que conocer bien cuáles son sus objetivos principales para poder así, trazar un mapa con los distintos procesos a llevar a cabo. El plan estratégico recoge todas esas acciones y cuáles son las claves y herramientas para la obtención y logro de las mismas, y de ahí la necesidad de recalcar la importancia de la mediación profesional de los comunicadores.


En definitiva, las TICs juegan un papel fundamental en la realidad comunicacional de las organizaciones. La correcta utilización de las mismas hará que el prestigio y credibilidad de la marca aumente o disminuya. El cliente es el eje del proceso comunicativo y las distintas acciones en torno al mismo harán que la organización obtenga beneficios o pérdidas. La realidad es que el modelo de negocio está cambiando y continuará con su transformación guiada por la tecnología y está en manos de cada organización querer sumarse a una realidad o morir en el intento. 

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