miércoles, 28 de octubre de 2015
Principios básicos de la comunicación
- Gestión de la información (Big Data)
- Sistemas de redes cada vez mayores --> mayor interacción. Ubicuidad
- Valor del consumidor, también de las TICs. --> interactividad con el cliente y mayor conocimiento de este para poder desarrollar las acciones.
- Capacidad estratégica y planificación estratégica (en aumento), para saber adaptar recursos a las necesidades.
- Conocimiento de las TICs para su gestión y para una utilización adecuada y estratégica.
- Formación y autoformación
- Convergencia - coordinación (integración) con capacidad de adaptación.
- Profesionalización de los comunicadores (capacidad de adaptación)
- Comunicación de atracción
- Lenguaje multimedia
- Personalización (Big Data) --> adaptar el lenguaje al cliente...
- Valor de la marca/ imagen --> contenidos
- Sistemas de redes cada vez mayores --> mayor interacción. Ubicuidad
- Valor del consumidor, también de las TICs. --> interactividad con el cliente y mayor conocimiento de este para poder desarrollar las acciones.
- Capacidad estratégica y planificación estratégica (en aumento), para saber adaptar recursos a las necesidades.
- Conocimiento de las TICs para su gestión y para una utilización adecuada y estratégica.
- Formación y autoformación
- Convergencia - coordinación (integración) con capacidad de adaptación.
- Profesionalización de los comunicadores (capacidad de adaptación)
- Comunicación de atracción
- Lenguaje multimedia
- Personalización (Big Data) --> adaptar el lenguaje al cliente...
- Valor de la marca/ imagen --> contenidos
martes, 27 de octubre de 2015
Realidad virtual
Ayer en clase me parece que hubo alguna muestra de escepticismo respecto a mi opinión sobre el desarrollo de la realidad virtual. Tecnología que puede suponer un nuevo e importante avance en la capacidad comunicativa de las organizaciones. Aporto este ejemplo para confirmar mi impresión expresada en clase de que la realidad virtual y aumentada es una área de desarrollo futuro con la que tendréis que trabajar. Conocer las áreas de posible aplicación será reto que cada organización tendrá una vez que se pueda aplicar. Reto en el que podríais participar con vuestro conocimiento.
lunes, 26 de octubre de 2015
Conclusiones de artículo sobre TICs y comunicación para las organizaciones
Artículo de Naya de Vita Montiel del Instituto Universitario de Tecnología de Maracaibo (2008)
La búsqueda del hombre por mejorar su forma de vida, es lo que ha empujado la emergencia constante de actuales e innovadoras tecnologías, donde la transmisión, almacenamiento y transferencia de información, se desarrolla en cantidades infinitas desde cualquier rincón del universo, con el firme propósito de lograr en el consumidor de ellas entornos más cómodos, flexibles, exigentes, innovadores, predecibles y agradables, facilitando la simplificación de los procesos involucrados.
Es la capacidad de gestión de las tecnologías de información y comunicación(TIC), lo que proporciona una ventaja competitiva, y no tanto las capacidades técnicas o la infraestructura. Es fundamental el análisis de los factores afectados por la implementación de un nuevo producto tecnológico, para saber cual ha de ser la estrategia que debe adoptar la organización frente al cambio.
La tecnología por si sola no beneficia a la organización, es necesario que ésta se incorpore a las actividades cotidianas mediante la formación de los empleados. Asimismo, la tecnología aislada, no cambia los procesos de producción o comercialización, si no está respaldada de planes de negocios que controlen y definan los objetivos de su uso. Para extraer de las TIC todo su potencial, su implantación y desarrollo, éstas han de contemplarse en el contexto de una estrategia tecnológica sostenible en el tiempo.
La búsqueda del hombre por mejorar su forma de vida, es lo que ha empujado la emergencia constante de actuales e innovadoras tecnologías, donde la transmisión, almacenamiento y transferencia de información, se desarrolla en cantidades infinitas desde cualquier rincón del universo, con el firme propósito de lograr en el consumidor de ellas entornos más cómodos, flexibles, exigentes, innovadores, predecibles y agradables, facilitando la simplificación de los procesos involucrados.
Es la capacidad de gestión de las tecnologías de información y comunicación(TIC), lo que proporciona una ventaja competitiva, y no tanto las capacidades técnicas o la infraestructura. Es fundamental el análisis de los factores afectados por la implementación de un nuevo producto tecnológico, para saber cual ha de ser la estrategia que debe adoptar la organización frente al cambio.
La tecnología por si sola no beneficia a la organización, es necesario que ésta se incorpore a las actividades cotidianas mediante la formación de los empleados. Asimismo, la tecnología aislada, no cambia los procesos de producción o comercialización, si no está respaldada de planes de negocios que controlen y definan los objetivos de su uso. Para extraer de las TIC todo su potencial, su implantación y desarrollo, éstas han de contemplarse en el contexto de una estrategia tecnológica sostenible en el tiempo.
jueves, 22 de octubre de 2015
El tren de las nuevas tecnologías
Erlantz Sánchez
Erlantz Sánchez
Es de sobra conocido la tendencia que han tenido las grandes multinacionales y las grandes empresas, y es que hasta hace bien poco ( 4 o 5 años) la única manera de pensar que tenían en general era numérica, ingresos, beneficios, pérdidas.
Pero a día de hoy ese paradigma ha cambiado, la comunicación interna y sobre todo la comunicación externa han cambiado la forma de planificar las estrategias de negocio, y es sobre todo gracias a las TICs.
Hoy desde luego este ámbito en la mayor parte de las corporaciones tiene un responsable fijo que se encarga de gestionarlo, existe por ejemplo, la figura del Community Manager que es una nueva figura inventada gracias a las TICs y al avance tecnológico y al cambio en la forma de consumir de los consumidores o clientes de las empresas.
Ahora bien, si asumimos que la manera de comunicar (y de hacer las cosas) ha cambiado, que el que no se suba a este tren puede darse por muerto, y que la tendencia de uso de tecnología en este sector está al alza, ¿Qué debemos hacer?
Aún hay retrógrados que piensan que las nuevas tecnologías no son mas que modas pasajeras, que no son necesarias y que las formas en las que se hacían las cosas antes eran mas efectivas.
Al mismo tiempo, no debemos olvidar que desde las multinacionales mas punteras del mundo hasta las tiendas de barrio ,incluidas dentro del pequeño comercio, se están adaptando, porque no quieren quedarse atrás, se han subido a ese tren al que muchos miran con recelo pero que con el tiempo, justificará estas palabras.
Un cambio de modelo comunicacional no tan nuevo
Jon Eneko Ugarte
De un tiempo a esta parte, hemos asistido como sociedad a un cambio de modelo sin precedentes en todas las formas de comunicación. Este cambio ha impregnado a todos los niveles y formas de organización que se conocen, incidiendo tanto en las relaciones interpersonales como en la comunicación de las empresas e instituciones.
Hasta ese momento, no eran valorados aspectos más allá de vender un buen producto o servicio en el que se volcaban todos los esfuerzos, sin la obligatoriedad de mantener una relación con el cliente o potenciales clientes. La imagen de marca se conformaba en torno al propio producto o servicio y no existía la necesidad de introducir otros elementos intangibles, hoy esenciales.
Bajo las nuevas formas, esos clientes se han convertido en usuarios y prescriptores, para bien y para mal, de manera que se hace imprescindible el hecho de que las organizaciones dediquen muchos recursos a gestionar las relaciones con ese ejército de nuevos informadores en directo, cuyos mensajes tienen incidencia directa en su imagen de marca.
En esta situación, algunas empresas e instituciones no solo han sabido adaptarse, sino que han llevado la iniciativa y, al calor de las nuevas posibilidades, han sabido inventar modelos de negocio de gran éxito, para lo cual ha sido clave saber leer las necesidades de los usuarios y emplear las tecnologías para simplificar sus procesos. En el otro lado, empresas o entidades con buenos productos o servicios, se han visto devoradas por su ineptitud a la hora de reconfigurar sus modelos, adaptándolos a las nuevas demandas.
Si bien algunos compañeros hablan de futuro incierto, hace ya algunos años que este nuevo lenguaje se ha asentado y que la sociedad asume ya como natural. A pesar de que sigan apareciendo nuevos soportes, todos funcionan sobre la misma base comunicacional, por lo que, estos pocos años, ya nos permiten hablar de ciertas normas estudiadas que seguir como guía hacia el éxito y casos que nos enseñan qué es lo que no debemos hacer para no caer en el error.
Con que, a lo largo del tiempo se van agotando las razones para la falta de adaptación, mientras lo que queda es profundizar sobre esas bases y seguir escribiendo las páginas en blanco con este nuevo idioma que ya aprendemos a dominar.
De un tiempo a esta parte, hemos asistido como sociedad a un cambio de modelo sin precedentes en todas las formas de comunicación. Este cambio ha impregnado a todos los niveles y formas de organización que se conocen, incidiendo tanto en las relaciones interpersonales como en la comunicación de las empresas e instituciones.
Hasta ese momento, no eran valorados aspectos más allá de vender un buen producto o servicio en el que se volcaban todos los esfuerzos, sin la obligatoriedad de mantener una relación con el cliente o potenciales clientes. La imagen de marca se conformaba en torno al propio producto o servicio y no existía la necesidad de introducir otros elementos intangibles, hoy esenciales.
Bajo las nuevas formas, esos clientes se han convertido en usuarios y prescriptores, para bien y para mal, de manera que se hace imprescindible el hecho de que las organizaciones dediquen muchos recursos a gestionar las relaciones con ese ejército de nuevos informadores en directo, cuyos mensajes tienen incidencia directa en su imagen de marca.
En esta situación, algunas empresas e instituciones no solo han sabido adaptarse, sino que han llevado la iniciativa y, al calor de las nuevas posibilidades, han sabido inventar modelos de negocio de gran éxito, para lo cual ha sido clave saber leer las necesidades de los usuarios y emplear las tecnologías para simplificar sus procesos. En el otro lado, empresas o entidades con buenos productos o servicios, se han visto devoradas por su ineptitud a la hora de reconfigurar sus modelos, adaptándolos a las nuevas demandas.
Si bien algunos compañeros hablan de futuro incierto, hace ya algunos años que este nuevo lenguaje se ha asentado y que la sociedad asume ya como natural. A pesar de que sigan apareciendo nuevos soportes, todos funcionan sobre la misma base comunicacional, por lo que, estos pocos años, ya nos permiten hablar de ciertas normas estudiadas que seguir como guía hacia el éxito y casos que nos enseñan qué es lo que no debemos hacer para no caer en el error.
Con que, a lo largo del tiempo se van agotando las razones para la falta de adaptación, mientras lo que queda es profundizar sobre esas bases y seguir escribiendo las páginas en blanco con este nuevo idioma que ya aprendemos a dominar.
El paradigma tecnológico y las organizaciones
Está de sobra
destacar que las Tecnologías de la Información y la Comunicación forman parte
de nuestra vida cotidiana casi de la misma manera que el comer o el
respirar. Cuesta encontrar, a día de
hoy, alguien que no conozca el manejo –a nivel usuario- de internet, de un
smartphone o de tantos otros soportes que forman parte del mundo multimedia y
que no voy a nombrar dado que podría pasar varias horas haciéndolo.
El panorama
informativo se ha puesto patas arriba en cuestión de pocos años, y la manera de
consumir información (si es que lo es, dado que ahora más que nunca hay que
hacer una diferenciación entre información y contenido) poco tiene que ver con
la de hace poco tiempo atrás.
Esa norma
implícita de que en internet “todo vale” ha generado una sobrecarga de
contenidos que, en muchas ocasiones, lleva al usuario a desinformarse en lugar
de informarse. La veracidad y la fiabilidad de muchas de las fuentes que
publican contenido en internet está enormemente cuestionada, y es por esto que
el usuario tiene que hacer un esfuerzo extra para separar la paja de lo
verdaderamente relevante.
En cosa de pocos
años, la tecnología ha evolucionado de forma drástica, y en ocasiones, el
conocimiento humano no ha sido capaz de avanzar de manera paralela a dicha
evolución.
Este es el caso
de muchas empresas. Hay organizaciones con presencia en la red, en ocasiones
buena, en ocasiones no tan buena (dado que no siempre se gestiona bien), y en
ocasiones inexistente.
El ritmo de
adaptación al terreno multimedia en el ámbito organizacional no se ha producido
de manera homogénea, sino que hay empresas que no han sabido introducirse hasta
el momento. En ocasiones porque no han sabido y en ocasiones porque no han
querido, y es que la diferencia generacional hace que algunas organizaciones
sientan cierto rechazo hacia las nuevas tecnologías.
De cualquier
manera, en términos generales, una gran parte de las empresas es conocedora de que
internet ofrece múltiples opciones necesarias y muy beneficiosas, y es por eso
que la presencia de las mismas en internet aumenta constantemente.
La relación con
el cliente se ha transformado por completo, convirtiéndose éste último en una
persona con unas necesidades concretas, las cuales hay que satisfacer ya que en
caso de no hacerlo, éste rápidamente se decantará por otra organización que le ofrezca
el mismo servicio. Los clientes ya no buscan un producto perfecto. Buscan un
producto perfecto y un valor añadido en cuanto al trato personal y a la
experiencia de compra. Exigen respuesta por parte de la empresa durante las 24
horas del día, e internet ofrece las facilidades y la cercanía para poder
hacerlo.
Un cliente mal
atendido es un cliente insatisfecho, y un cliente insatisfecho es un cliente
perdido.
Teniendo en cuenta esto, ¿cómo no van a adaptarse las empresas al
nuevo paradigma?
Frescura informativa
Por Ander Cornejo.
Cuesta imaginar a día de hoy, el funcionamiento de los
medios, las empresas y la gran variedad de instituciones hace escasos 30 años,
cuando prácticamente no existía el mundo Online. Como bien sabemos, la
transformación digital de la que tanto se habla en la actualidad, ha surtido un
efecto mediático impactante para el mercado global. Desde que la red de redes
comenzó a funcionar debidamente, toda comunicación ha ido digitalizándose
adecuando las herramientas pertinentes a cada situación.
A su vez, todo ello ha requerido un tiempo en el que la
población activa en términos generales ha necesitado un periodo de formación
fundamental para afrontar las nuevas formas de trabajo. En este sentido,
actualmente funcionamos con aplicaciones de las que muchas veces tan sólo
tenemos una base y con diversos tecnicismos con los que nos vamos
familiarizando: Web 2.0, Community management, SEO o las TICs, (Tecnologías de
la Información y de la Comunicación).
Y es que éste último concepto mencionado ha sido el causante
de una revolución comunicativa muy extensa a nivel social. Las TICs las
constituyen todos aquellos dispositivos electrónicos empleados hoy en día para
facilitarnos la información (desde los Smartphones hasta determinadas
aplicaciones utilizadas en cualquier clase de ordenador). No cabe duda de que
el paradero de la era digital es desconocido. En este sentido, caminamos hacia
un futuro incierto. Pero, igualmente, cabe destacar que, lamentablemente, no
todo resulta ventajoso. Ahora, más que nunca, cualquiera puede informar en la
red, ya sea profesional de la comunicación o no. Y por ello, la infoxicación en
algunos casos y la desinformación en otros, son bastante frecuentes.
Personalmente, me gustaría subrayar lo dicho por José luis Orihuela en su
artículo “Los nuevos paradigmas de la comunicación”: corresponde a los
comunicadores gestionar la complejidad de esa información y transformarla en
conocimiento. Debemos ayudar a nuestro público a navegar en la información de
un modo mucho más efectivo.
La clave esta en el cambio
Nerea MAZUELA DEL VALLE
La trasformación
digital se basa en el cambio de personas y los avances tecnológicos.
Además,
dicha transformación de negocios es el uso de las nuevas tecnologías
para conseguir mejoras convirtiéndose en una ventaja competitiva.
Las nuevas tecnologías
están
generando una alteración muy importante modificando los negocios y la sociedad. El
nuevo modelo de sociedad, en este siglo XXI, nos presenta cambios notables
trasformando los modelos de negocio tradicionales, ya que la Red esta creando
nuevas visiones.
La trasformación
digital avanza cada día con diferentes novedades tecnológicas. Al principio el
acceso a Internet sólo disponían algunas empresas y las instituciones,
sin embargo, hoy en día es accesible para gran parte de la población.
Algunos sectores como bancas o eléctricas
están
teniendo una transición digital ordenada, por el contrario, la prensa, el cine o la
música
están
viviendo una transición desordenada. Así, llegamos a la conclusión
de que no todos los sectores siguen el mismo ritmo.
Las empresas tienen una visón
diagonal de los clientes, y se requiere ampliar esa visión con una pespectiva
sociológica.
Porque en el futuro el negocio se reinventará enfocado a experiencias diferenciales,
proporcionando facilidades al cliente mediante la transparencia comunicativa.
Por otro lado, destacar la disponibilidad de una nueva visión
con esquemas renovados mediante el lenguaje con el cliente.
La entidad no debe centrarse
exclusivamente, en el desarrollo de nuevos canales digitales, sino tambien es
clave transformarse interna y externamente, para convertirse en otro modelo de
empresa.
Por ello, en los negocios a nivel
profesional se debe desarrollar para poder afrontar el proceso de trasformación
digital, introduciendo nuevos elementos organizativos y redefiniendo los roles.
miércoles, 21 de octubre de 2015
Las TICs como parte fundamental de la transformación digital.
Si
expresamos que con Internet ha cambiado todo, no decimos nada nuevo. Nos
encontramos en la era de la información y de la imagen, de la sobreestimulación en la publicidad convencional y del exceso de producto en casi
todos los ámbitos de consumo. El usuario al que van dirigidos estos productos
de consumo o la propia información, está más educado y es más exigente que
nunca.
En este
contexto es innegable que las
tecnologías de información y comunicación juegan un papel fundamental en el
mundo empresarial, así como en el político, el cultural o el social. Con esto, nos abrimos al concepto de que no
solo sirve poseer una página web con información básica o tener una presencia
regular en las redes sociales, si lo que tratamos realmente es facilitar la información,
la transparencia y de esta forma acercarnos al cliente o usuario con la
intención de crear vínculos o relaciones.
Es necesario diferenciarse dentro de toda la saturación de
información y oferta de productos. Esto se consigue identificando el tipo de
cliente (target) al que se pretende llegar y haciendo de él, el eje central de
la comunicación, seleccionando así la información y productos más adecuados.
La correcta
utilización de las tecnologías de información y comunicación por parte de
cualquier tipo de empresa repercute en resultados positivos, ya sea aportando
valor diferencial a la marca mediante los contenidos generados y apreciados por
los usuarios, destacando la importancia de las opiniones del consumidor
generando debates y participación o incluso recolectando datos en las redes
sociales (Big Data), todo lo anterior ayuda a conocer las preferencias y
aportan un nivel profundo de conocimiento de los clientes. Es decir, se trata
de personalizar lo máximo posible la experiencia del usuario y traducir esto en
valor de marca.
Como en
todo lo relacionado con comunicación, este exceso de información y estímulos,
este deseo de información a tiempo real y a la carta, produce que en caso de no
estar estas tecnologías en manos de profesionales formados, el uso indebido,
incorrecto o inadecuado de estas tecnologías pueda aportar resultados negativos
para la marca o empresa. En el mundo on-line es muy fácil crear una visión u opinión
negativa en un usuario lo que es
inversamente proporcional al esfuerzo que se invierte en generar sensaciones
positivas.
No se
trata de tener presencia en todo tipo de redes sociales, sino de seleccionar
aquellas que mejor transmiten los valores y factores de diferenciación de las
organizaciones y trabajar con ellas a modo de generar iniciativas potentes que
acabe dando como resultado la rentabilidad de la puesta en marcha de estos
canales, ya que cabe recordar un aspecto que puede parecernos meramente mercantilista
pero, la inversión en este tipo de comunicación también debe traducirse en
rentabilidad, ya que sin ella nada de esto podría mantenerse.
Se
trata de generar valor pero no a cualquier precio, si adquirimos esta tarea
debemos realizarla siempre con principios de honestidad, resaltando los valores
de marca (empresa, partido político u ONG), encontrando modelos multiplataforma (omnicanal/
mix de canales) a modo de propiciar la comunicación, no solo empresa-cliente
sino también, cliente-empresa, generando un feedback que beneficie en ambos
sentidos.
Las
TICs no dejan de ser una parte del proceso de digitalización de los mercados,
las empresas, las organizaciones, así como de la comunicación de la sociedad, por
lo que cabe esperar que este proceso siga su curso y aparezcan nuevas
herramientas y nuevos métodos a los que tendremos que acostumbrarnos.
Adaptarse para sobrevivir
Nerea Guede Ruiz
La comunicación, al igual que
otros aspectos de nuestra realidad, también ha evolucionado. Nos encontramos en
plena era digital donde la información que ofrecemos, y la que nos llega, lo
hace de una forma totalmente distinta a como lo hacía hace unos años. Las
técnicas comunicativas y su contenido se han visto obligadas a adaptarse a este
cambio.
Cambios que se traducen en
ventajas para cualquier organización que sepa manejar de manera eficiente todos
los recursos digitales a su alcance. Por ello, es muy importante que éstas sigan
el ritmo de este continuo avance transformando sus diferentes departamentos y
no solo los de comunicación, sino también los de marketing, recursos humanos, ventas…
Es decir, una reestructuración integral.
Ya quedó atrás, por ejemplo, el
esfuerzo que hacían empresas u organizaciones para comprar espacio en prensa,
radio o televisión para vender sus servicios. Ahora, su objetivo está en
internet. Con ello no quiero decir que la publicidad en soportes tradicionales
haya desaparecido por completo, pero sí que da señales de estar en decadencia. Y es que, hoy en día, publicitarse
puede salirnos gratis.
Gracias a internet, podemos
valernos de las que pueden llegar a ser una de las herramientas más valiosas
que tenga una entidad: las Redes Sociales. Eso sí, como todo en comunicación,
hay que saber gestionarlas de manera inteligente, consiguiendo eficacia en sus
respuestas. Se hace posible así la información personalizada para todos y cada
uno de los usuarios, algo que antes de la aparición de la World Wide Web era
impensable.
Esto es tan solo un ejemplo de lo
que las Tecnologías de la Información y la Comunicación, TICs, pueden llegar a
influir en nuestro entorno. El futuro, por lo tanto, puede decirse que se
encuentra en la Red, eso sí, siempre de la mano de comunicadores bien formados.
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