La crisis y el comercio electrónico han formado una tormenta perfecta
que amenaza con arrasar los hipermercados, los supermercados y las
tiendas de barrio, reductos del comercio tradicional. El e-commerce ha traído la competencia de apisonadoras como Amazon
o Google, los particulares que venden a bajo precio en eBay, y los
pequeños productores de venta directa. En Estados Unidos hacen furor los
showroomers, personas que se prueban ropa y zapatos en los
establecimientos de la calle para comprarlos luego más baratos por
Internet. Para frenarlos, tiendas de Nueva York y Shanghái cobran de
3,50 a 14,50 euros a quienes no culminen las compras. El escenario
obliga a dar respuestas.
Para seguir leyendo cliquea en la imagen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario